La degeneración macular es una enfermedad de tipo neurodegenerativo que, normalmente, va asociada a la edad. Es una enfermedad hereditaria y es la causa más frecuente de ceguera a partir de los 50 años.
Es una enfermedad indolora, pero muy perjudicial para la salud ocular del paciente. La parte del ojo que se ve afectada es la mácula, la zona de máxima visión de la retina. La degeneración macular comporta la muerte de células nerviosas y la pérdida progresiva de la agudeza visual y posteriormente de la visión central.
El rango de edad en el que es más frecuente esta enfermedad es entre los 70 y los 85 años, asociado al envejecimiento natural del organismo. La enfermedad suele aparecer en un ojo, pero las estadísticas nos muestran que en el período de 5 años, el otro ojo se verá afectado casi con el 100% de seguridad.
Causas de la degeneración macular
El principal riesgo de sufrir DMAE es la propia edad y el envejecimiento de los tejidos. Además, hay factores que pueden aumentar el riesgo de sufrir la enfermedad:
- Antecedentes familiares: la enfermedad es hereditaria. Si tienes familiares con parentesco directo que la sufren, tienes mayor riesgo de sufrirla.
- Obesidad: algunos estudios asocian la obesidad con un mayor riesgo de una progresión rápida de la degeneración macular.
- Tabaco: los/las fumadores responden peor al tratamiento. El tabaco puede afectar a la salud ocular, alterando la circulación coroidea.
- Sexo: las mujeres tienen mayor riesgo de padecer la enfermedad.
- Color de piel: algunos estudios indican que las personas de piel blanca tienen mayor riesgo de padecer la enfermedad que las personas de piel morena.
- Presión arterial: la hipertensión es un factor de riesgo para sufrir alteración en los vasos sanguíneos oculares.
Tipos de degeneración macular y sus síntomas
Como hemos comentado antes, la degeneración macular no produce dolor, con lo que hay que estar muy atento/a a los síntomas visuales. Los más frecuentes son:
- Visión central borrosa, que dificulta tareas cotidianas.
- Aparición de manchas oscuras en el campo central de visión.
- Visión distorsionada de las líneas rectas, viéndolas torcidas.
- Dificultad en la apreciación del espacio y la profundidad.
Hay dos maneras de aparición de la enfermedad:
- Degeneración macular seca: su síntoma característico es la visión borrosa en la zona central.
- Degeneración macular húmeda: su síntoma característico es la visión ondulada de las líneas rectas.
Degeneración macular seca
La degeneración macular por edad (DMAE) seca es la forma de aparición más frecuente de la enfermedad.
Produce una degeneración de la mácula, lenta pero imparable, y que desemboca en la pérdida de visión central.
La degeneración macular seca está directamente causada por el envejecimiento y adelgazamiento de los tejidos de la mácula.
Un síntoma característico de la DMAE es la aparición de drusas en la retina. Las drusas son depósitos de lípidos y proteínas que se forman debajo de la retina, de un color amarillento.
La degeneración macular seca debe supervisarse a diario, para poder evaluar la velocidad degenerativa. La observación de las drusas puede aportar información sobre la progresión de la enfermedad.
Se consideran 3 etapas en la progresión de la DMAE:
- Etapa temprana: presencia de drusas pequeñas y medianas; sin síntomas de DMAE ni pérdidas de visión.
- Etapa media: presencia de drusas medianas y/o grandes. La visión se ve afectada por un punto borroso en el centro, pudiendo necesitar mayor cantidad de luz para realizar actividades cotidianas.
- Etapa avanzada: presencia de drusas medianas y/o grandes. Deterioro del tejido del área central de la retina. Presencia de punto borroso en la parte central de la visión; mayor pérdida de sensibilidad a la luz.
La DMAE seca en etapa avanzada se caracteriza por la pérdida de la visión central, incapacitando al paciente en algunas actividades cotidianas como la lectura y conducir, así como dificultad para reconocer caras a cierta distancia.
La degeneración macular seca aún no tiene un tratamiento eficaz. Se están realizando diferentes estudios en busca de medicamentos que ralenticen el avance de la enfermedad. Por fortuna, la ceguera provocada por la DMAE seca no es total, la persona conserva la visión periférica.
Degeneración macular húmeda
La degeneración macular húmeda es una variación grave de la enfermedad, con aparición brusca en forma de hemorragias oculares y acumulación de líquido en la mácula.
Las hemorragias oculares pueden generar cicatrices y la visión puede verse gravemente afectada en la parte central.
Por debajo de la mácula se forman nuevos vasos sanguíneos (membrana neovascular).
La forma típica de aparición de esta enfermedad comporta una gran pérdida de visión y el crecimiento de vasos sanguíneos y cicatrices de gran tamaño, por debajo de la retina.
También puede aparecer DMAE oculta, donde es menos evidente la aparición de vasos sanguíneos y pérdidas de líquido, y la pérdida de capacidad visual es de menor gravedad.
La degeneración macular húmeda, a pesar de su mayor gravedad, es más tratable que la DMAE seca.
Si la enfermedad se diagnostica a tiempo y se sigue el tratamiento de manera inmediata, los resultados son muy esperanzadores.
El tratamiento consiste en la administración de medicamentos antiangiogénicos, en inyecciones intravítreas (en el interior del ojo), durante 2 años (12 inyecciones en total). Este tratamiento ha demostrado ser muy eficaz, evitando la ceguera en un 95% de ocasiones y permitiendo recuperar la visión a 1 de cada 3 pacientes.
Cómo prevenir la degeneración macular
Prevenir la degeneración macular es complicado, partiendo que el principal factor de riesgo es la herencia genética.
Como recomendaciones básicas, aquellas que afectan directamente a los ojos o a la presión circulatoria:
- Utilizar gafas de sol con protección UV adecuada.
- Dejar de fumar.
- Mantenerse en un peso corporal adecuado.
Una nutrición equilibrada va a ser fundamental para tener un peso corporal en los límites saludables. Podemos incorporar en la dieta algunos alimentos beneficiosos para la salud ocular:
- Pescado azul, salmón (ricos en omega 3).
- Verduras de hoja verde.
- Brócoli y otros alimentos ricos en vitamina C.
- Alimentos ricos en vitamina A.
- Suplementos alimenticios con lutenina y zeaxantina.
Referencias bibliográficas
- Revisión Bibliográfica: Degeneración Macular Relacionada con la Edad. Prevención y Tratamiento Temprano. Katerine Leonor Avila Heras, Yadira Karina Carrillo Mora, Sofía Nathaly Cely Jadan, Marisa Arcos. Revista Médica HJCA. https://docs.bvsalud.org/biblioref/2019/06/1000261/12-revision-bibliografica-degeneracion-macular-relacionada-con-la-edad.pdf
- Actualización en el manejo de la degeneración macular asociada a la edad (Management of age-related macular degeneration. An update). Isabel García Lozano, Santiago López García, Isabel Elosua de Juán, Servicio de Oftalmología, Hospital Central de la Cruz Roja, Madrid, España DOI: 1016/j.regg.2011.11.011 Revista Española de Geriatría y Gerontología, vol.47, núm.5.
- Degeneración macular relacionada a la edad (Age-Related macular degeneration). T. Juan Verdaguer, Profesor de Oftalmología, Universidad de Chile, Universidad de Los Andes. Fundación Oftalmológica Los Andes. Revista Clínica Médica Las Condes, vol.21, núm.6. DOI: 10.1016/S0716-8640(10)70620-9