Cuando nos toca asumir que debemos llevar gafas…o tras un tiempo de llevarlas, puede surgirnos la duda: ¿y si me pongo lentillas?
Las lentillas tienen una serie de ventajas indudables frente a las gafas…aunque también alguna desventaja.
A lo largo de este artículo vamos a ver los pros y contras de las lentillas frente a las gafas, si pueden ser adecuadas para tu problema visual y si compensa el cambio.
Ventajas de las lentillas frente a las gafas
Las lentes de contacto, como su propio nombre indica, funcionan estando en contacto con los ojos. Para que esto pueda llevarse a cabo de una manera cómoda, están fabricadas en un material muy flexible y resistente.
Las ventajas de las lentillas se resumen en dos, fundamentales y básicas: comodidad y estética.
Mucha gente se decanta por las lentillas por la percepción estética: puedes corregir un problema de visión de manera inapreciable para los demás. Si nunca has llevado gafas, puede ser que te veas un poco rara/o con ellas…así que las lentillas te pueden ayudar en ese sentido.
A otras personas les ocurre que han llevado gafas durante muchos años de su vida, con lo que deciden apostar por el cambio y verse diferentes a como habitualmente.
Con esto no queremos decir que las gafas sean feas, ni quien utiliza gafas…aquí la que les escribe está parapetada detrás de unas. Las gafas pueden ser bonitas y realzar la parte superior de nuestra cara. Fijaos que incluso han surgido modas donde se utilizan gafas sin graduación, tan sólo por estética…hay que deshacerse de prejuicios.
Pero las lentillas tienen todavía más ventajas, también en el área de la corrección de la visión: al adaptarse a la curvatura del ojo. Las lentillas causan mucha menos distorsión de la visión periférica, además de contar con la ventaja que no hay un marco que obstruya parte del campo de visión.
Las lentillas también permiten una mayor libertad de movimientos que las gafas, siendo ideales para la práctica de algunos deportes, donde o bien hemos de quitarnos las gafas, o bien comprar unas especiales para deporte.
Las lentillas no se salen de los ojos con la práctica deportiva, normalmente. Salvo en deportes de contacto o donde puede haber contacto (baloncesto, balonmano…), no debes temer por perder una de las lentillas.
Por otra parte, como comentábamos al principio, el pilar fundamental de ventajas es la comodidad. Otro ejemplo más: al usar lentillas puedes utilizar gafas de sol no graduadas polarizadas, como todo el mundo que no tiene ningún problema de visión. Esto es un ahorro considerable respecto a los usuarios de gafas, que deben utilizar gafas de sol graduadas; además de la comodidad que esto supone.
Desventajas de las lentillas frente a las gafas
Las lentillas exigen un mantenimiento diario que debe cumplirse a rajatabla, tanto si queremos conservar en óptimas condiciones las lentes de contacto, como si queremos evitarnos problemas oculares debido al uso de lentillas en mal estado o sucias. Las lentes de contacto deben limpiarse a diario, dejándolas reposar en su correspondiente líquido.
Una de las principales desventajas de las lentillas frente a las gafas, es la limitación de uso que se les puede dar. Las lentillas están fabricadas en un 90% con agua, de manera que son totalmente transparentes y permiten que pase algo de oxígeno a través de ellas.
A pesar de eso, al estar en contacto con el ojo, se reduce considerablemente el oxígeno que llega a la córnea, causando irritación y cansancio de la misma. Por esta razón, no se recomienda utilizar las lentillas durante muchas horas seguidas, siendo el máximo recomendable 10 horas al día.
El uso de lentillas durante mucho tiempo seguido o para algunas actividades concretas (trabajar con un ordenador, por ejemplo), puede causar irritación y síndrome de ojo seco. Para estos casos, te recomendamos un descanso en la utilización de las lentes de contacto e hidratar el globo ocular con una solución oftálmica hidratante.
Por otra parte, no todo el mundo es capaz de llevar lentes de contacto. El material plástico de las lentillas puede causar intolerancia a la persona, sensibilización de la conjuntiva, e incluso derivar en conjuntivitis papilar gigante.
Ante cualquier síntoma de intolerancia o hipersensibilidad, es totalmente recomendable suspender su uso inmediatamente y acudir al oftalmólogo.
El factor económico es la última desventaja que tienen las lentillas frente a las gafas. Si bien el desembolso al comprar unas gafas puede ser elevado (pero también hay ofertas muy interesantes en las tiendas de ópticas), el gasto de reemplazar las lentillas cada x tiempo suele ser mayor (las de un solo uso salen más caras que las reemplazables cada 3 meses). A esto hay que añadirle el coste del líquido de limpieza y mantenimiento.
Tipos de lentillas
Desde su aparición, ha habido diferentes tipos de lentillas, si tenemos en cuenta la rigidez de las mismas:
- Lentillas rígidas;
- Lentillas semirrígidas;
- Lentillas blandas de larga duración;
- Lentillas blandas de usar y tirar.
Las lentillas rígidas y semirrígidas fueron las primeras lentillas que aparecieron en venta en las ópticas, con las mismas funciones que las actuales. Con la evolución de los materiales y los métodos de fabricación, las lentillas blandas las han sustituido, dado que son mucho más cómodas y prácticas.
Las lentes de contacto se deben ir cambiando periódicamente, ya que su uso puede hacer que sufran pequeñas rayaduras, desgaste y deformaciones en la lente. Actualmente, existen lentillas:
- anuales,
- mensuales,
- y de un solo uso.
En cuanto a su función:
- Lentillas graduadas: para tratar problemas de visión como miopía, astigmatismo e hipermetropía.
- Lentillas de uso estético: lentillas sin graduación y tintadas en color, su uso es meramente estético. Las hay con colores de fantasía.
Ventajas de las gafas
La ventaja principal de las gafas frente a las lentillas es su fácil mantenimiento. En las gafas sólo necesitas limpiar el cristal con un paño suave.
Además, puedes encontrar gafas graduadas (montura y cristal) a muy buen precio si aprovechas las ofertas que suelen realizar las ópticas. Como que las gafas pueden tener una vida bastante larga, resulta más económico utilizar gafas que lentillas.
Utilizar gafas en lugar de lentillas es sinónimo de menor riesgo de infecciones oculares y/o irritación en los ojos. Como que las gafas son un elemento externo, no hay contacto directo con el ojo y son más adecuadas para personas con ojos sensibles.
Por otra parte, el cristal de las gafas protege tus ojos frente a factores ambientales molestos, como viento y polvo.
Los cristales de las gafas pueden tener algunas cualidades extra que no se pueden reproducir en las lentillas. Las lentes fotocromáticas de las gafas son capaces de bloquear el 100% de los rayos UV, protegiendo ojos y párpados. Este tipo de cristales, además, se aclaran u oscurecen para ajustar la cantidad de luz que llega al ojo.
Por último, las gafas pueden ser un factor estético que aporte personalidad a tu rostro.
Desventajas de las gafas
El hecho de que las gafas necesitan una montura hace que el ángulo visión se vea reducido por el propio marco de las gafas.
Las gafas deben situarse a 1,2cm de distancia de los ojos, cosa que puede afectar a que la visión periférica se distorsione, por el ángulo de visión respecto al cristal, algo que no ocurre con las lentillas.
Por otra parte, hay muchos deportes difíciles de practicar con gafas puestas (y que no se caigan), debiendo o bien prescindir de ellas, o bien comprar un protector o unas gafas especiales para deporte.
La montura de las gafas debe ser escogida tras probar su comodidad, ya que una elección precipitada puede acarrear que ésta ejerza presión sobre el tabique nasal y/o detrás de las orejas, pudiendo provocar dolor de cabeza.
Según las condiciones climáticas, las gafas pueden empañarse frecuentemente y/o acumular gotas de agua en la superficie de los cristales, siendo necesarias limpiarlas.
El cristal de las gafas también puede crear reflejos y deslumbramiento, según las condiciones climáticas (conduciendo de noche, por ejemplo).
Como última desventaja, la parte estética. Si bien hay gente a la que las gafas les agradan y/o les sientan bien a su cara, hay otras personas que se sienten poco atractivas con gafas, especialmente cuando cristales y montura deben ser gruesos por la graduación.
Conclusiones
Entonces…¿te has decidido ya si vas a decantarte por lentillas o gafas? Habrás podido comprobar que las lentillas tienen unas ventajas de comodidad innegables, aunque también un mantenimiento y un cuidado diario más meticuloso.
¡La decisión es toda tuya!
Eso sí, como consejo final, debemos indicarte que aunque te decantes por el uso diario de lentes de contacto, procura tener al menos unas gafas con la graduación actualizada, para utilizarlas en los momentos de descanso de las lentillas y/o cuando notas los ojos irritados o secos.