Los deportes acuáticos es una forma estupenda de disfrutar en verano y de paso refrescarnos. Deportes acuáticos se pueden practicar en la playa o en la piscina, pero según qué deporte vayas a practicar es recomendable seguir unas precauciones.
Te proponemos varias formas de practicar deportes en el agua y te ofrecemos unos consejos para que el buen rato no termine con molestias que pueden arruinar tus vacaciones.
Deportes en el agua y protección solar
Es una creencia popular que al sumergirse en el agua se está a salvo de los rayos solares…es un mito.
Los rayos solares y la radiación UV penetran con suficiente intensidad hasta medio metro de profundidad, por esta razón debemos ser muy prudentes con nuestra piel y utilizar protección solar incluso para bañarnos o practicar deportes acuáticos en los que se está sumergido o medio sumergido. Se calcula que, a un metro de profundidad, todavía llega un 40% de radiación UVb.
Por otra parte, las partes de nuestro cuerpo que quedan por encima de la superficie del agua, además de recibir el sol de manera directa, también reciben una dosis extra: el efecto espejo del agua desvía hasta un 20% más de rayos solares, mientras que las gotas que quedan sobre nuestro cuerpo pueden hacer un pequeño efecto lupa.
Por estar en el agua no nos quemamos más que estando fuera de ella, pero sí que corremos el riesgo que, al sentirnos frescos, nos olvidemos que los rayos del sol siguen ahí y que no es la radiación infrarroja (la que da calor) la que quema la piel, sino la radiación UV.
A la vista de esto, está claro lo que debemos hacer antes de meternos en el agua a practicar algún deporte:
- Untarse de protector solar 30 minutos antes de entrar en el agua, para que la piel tenga tiempo de absorberlo y funcione al 100%.
- Utilizar un protector solar resistente al agua.
- A los 40 minutos de estar en el agua es conveniente volver a aplicar protector solar.
Un protector solar se considera que es resistente al agua cuando pasados 40 minutos de inmersión aún conserva más del 50% de su factor de protección solar.
Gafas de piscina y deportes en el agua
Ya sea en el mar y debido a la sal, o en la piscina y debido al cloro, lo habitual al estar mucho rato en el agua es que escuezan los ojos, especialmente con inmersiones o salpicaduras.
En las piscinas, el uso de cloro y antialgas es imprescindible para el mantenimiento del agua. Este tipo de productos químicos, con el contacto prolongado, pueden ocasionar conjuntivitis química, que se traduce en irritación, picor, escozor y enrojecimiento de los ojos.
Por otra parte, además de los productos para el tratamiento del agua, en la piscina se pueden encontrar residuos orgánicos, como: piel, saliva, sudor, orina, cosméticos…que pueden originar una infección bacteriana.
Los estudios médicos han comprobado que los ojos se protegen del exterior mediante una película lagrimal, que se debe mantener estable y con una determinada cantidad de sales, para mantener el ojo correctamente hidratado.
En el contacto prolongado con el agua clorada de la piscina, esta película lagrimal protectora se rompe y el ojo pierde hidratación, pudiendo sufrir sequedad, irritación, visión borrosa e incluso conjuntivitis química.
En otras zonas de baño puede ocurrir lo mismo, con diferentes ingredientes. El agua del mar es rica en sal y minerales, el agua de los ríos, estanques y pantanos puede tener una gran variedad de microorganismos…el contacto con nuestros ojos puede crearnos problemas similares a los del agua de la piscina.
Para los casos de irritación ocular, lo primero que debes hacer es ducharte para eliminar el agua con cloro o sal.
Lo segundo que debes hacer, y que hacen casi todos los deportistas acuáticos, es aplicar unas gotas para los ojos, que aliviarán e hidratarán el ojo, favoreciendo la recuperación de la película lagrimal.
Por las razones que te hemos expuesto, es evidente el consejo siguiente: utiliza gafas de piscina para los deportes en el agua.
Ya sea para natación, waterpolo, voleibol acuático…o pasar un buen rato nadando, sumergiéndote, contemplando el fondo…las gafas de piscina o natación van a procurarte que la cantidad de agua que llegue a tus ojos sea mucho menor, ¡además de poder ver adecuadamente debajo del agua!
Gafas de sol y deportes en el agua
Hay otros tipos de deportes acuáticos en los que no estamos todo el rato dentro del agua o con inmersiones frecuentes, sino por encima del agua: surf y derivados (windsurf, kitesurf, paddle surf…), esquí acuático, rafting, kayak…
En estas modalidades de deportes en el agua es poco frecuente que suframos irritación en los ojos debido a las inmersiones, ya que éstas van a ser puntuales. Por el contrario, sí que es necesario que nos protejamos adecuadamente frente a los rayos UV, tanto los ojos como la piel.
En los deportes que se desarrollan sobre la superficie del agua estamos totalmente expuestos a los rayos solares, pudiendo además ser salpicados frecuentemente. En estas condiciones, es imprescindible que protejamos la piel con un protector solar de factor elevado y que sea resistente al agua.
Ya hemos comentado que la superficie del agua refleja hasta un 20% de los rayos solares, con lo que la utilización de gafas de sol con protección UV sea imprescindible para cuidar la salud ocular.
Es bien sencillo, ¿verdad? Un poco de protección para nuestro organismo no está de más…y te puede evitar pasar unos días con malestar ocular o con la piel tostada e irritada. ¡Procúrate las mejores vacaciones, protégete!