Seguro que ya has leído en varias ocasiones sobre la importancia que tiene el cuidado de tu prótesis dental para evitar la acumulación de placa bacteriana y sarro.
Mitos
«No puedo hablar con normalidad»
No tendrás dificultades para hablar ni tampoco se te notará a la hora de pronunciar. Es cierto que los primeros días puedes notar que hay algunas palabras que se resisten más que otras. Pero no sufras, es algo efímero y fácil de remediar. Durante el proceso de adaptación deberás practicar solo en casa o charlando con familiares reforzando la pronunciación. Repite este proceso todas las veces que sea necesario, alargando las palabras para acostumbrarte. ¡Solo es cuestión de paciencia y persistencia!
«Las prótesis dentales solo las pueden utilizar las personas mayores»
Toda persona que haya concluido su desarrollo óseo, cuyo proceso se calcula que aproximadamente concluye a los 18 años, puede utilizar una dentadura postiza, si así lo requiere.
«He tenido que cambiar mi alimentación porque no me deja comer con normalidad»
Ningún alimento será desterrado de tu dieta por culpa de tu prótesis dental ni tampoco deberás aprender a masticar de manera diferente. Es cierto que, tal y como sucede con tu manera de hablar, existe un periodo de adaptación en el que deberás acostumbrarte a morder, sobre todo con los dientes frontales. Pero eso no significa que tu capacidad de masticar disminuya o cambie. En el caso de que observes que ese periodo de adaptación se alarga más de lo que previamente se te había indicado, deberás acudir a tu odontólogo.

«Mi boca rechaza la prótesis»
El material que se utiliza para el desarrollo de este tipo de implantes es el titanio y es biocompatible con los tejidos de tu organismo, por lo que te podemos asegurar que no puede provocar ni reacciones alérgicas ni rechazo. En el caso de que notases que no se adapta bien a tu boca, tendrías que acudir a tu odontólogo. Es cierto que una prótesis dental va a cambiar tu vida…, pero para bien.
«Todas las prótesis dentales son iguales»
No existen dos prótesis iguales como tampoco existen dos bocas o mandíbulas idénticas. Las dentaduras postizas se hacen a medida, por lo que es imposible que haya dos iguales.
«No puedo utilizar prótesis dentales porque tengo la mandíbula pequeña»
Tal y como te acabamos de explicar, las dentaduras postizas se generan partiendo de las medidas tomadas de una impresión de la mandíbula y la boca del paciente. Es por ello que no resulta indispensable que la persona a la que se le vaya a realizar el implante tenga un hueso maxilar lo suficientemente amplio, tanto en altura como en anchura. Además, al ajustarse a cada paciente, tampoco causará un cambio en tu apariencia.
Pero no todo lo que se dice es mentira, hay algunas afirmaciones que sí que son ciertas.
Verdades
«La prótesis se tiene que lavar después de cada comida»
Es fundamental mantener la prótesis limpia y evitar que se acumulen restos, por eso es muy importante utilizar tabletas limpiadoras que proporcionan una limpieza rápida y perfecta. La fijación de ella también es esencial, por lo que es indispensable utilizar cremas adhesivas de máxima sujeción para evitar que se mueva.

«Las dentaduras postizas pueden dañarse con facilidad»
Las prótesis no son indestructibles, son elementos sumamente delicados que se pueden romper con facilidad si caen sobre alguna superficie dura. Para conseguir que tu dentadura postiza te acompañe durante una larga temporada manipúlala sobre una toalla o un paño, de esta manera la protegerás de cualquier golpe.
«Durante la noche te la puedes quitar»
Es cierto que se recomienda quitarse la dentadura postiza durante la noche para que las encías puedan descansar.
«Deberás acudir a un odontólogo especializado para que pueda colocártela»
La implantología es una especialidad odontológica muy compleja y requiere de una alta especialización por parte del odontólogo.