Los usuarios de lentes de contacto encuentran en ellas grandes beneficios respecto al uso de gafas: mayor amplitud de visión, mayor libertad de movimiento y mayor comodidad. Pero, también es cierto que el uso diario de lentillas implica llevar una rutina diaria de cuidado que hay que respetar para no correr el riesgo de contraer infecciones o complicaciones más graves como desprendimientos o úlceras corneales.
Lo más importante a la hora de empezar a usar lentillas es hacerlo bajo el consejo y supervisión de nuestro oftalmólogo. Las lentillas deben estar correctamente graduadas, homologadas y adaptadas a las características de cada paciente para evitar problemas de visión.
Una vez se empiezan a usar las lentillas, es importante mantener unos hábitos diarios de limpieza y cuidado para sacarles el máximo partido sin dañarnos los ojos.
10 Consejos para usuarios de lentillas
- 1. Lavarse las manos antes de manipular las lentillas, ya sea antes de ponerlas o antes de quitarlas. Es una tarea absolutamente imprescindible para evitar la transmisión de gérmenes de las manos a las lentes de contacto y, por tanto, a los ojos.
- 2. En el caso de las lentillas de más de un uso, también es importante realizar una correcta higiene de las mismas. Las lentes de contacto se deben limpiar con el dedo limpio y la solución desinfectante recomendada por vuestro óptico. Con este proceso se eliminarán posibles partículas que haya sobre la superficie de la lentilla y que, con el siguiente uso, podrían causar irritación, sensación de cuerpo extraño o conjuntivitis.
- 3. El estuche en el que se guardan las lentillas también debe lavarse semanalmente y desecharlo aproximadamente una vez al mes. Así evitaremos posibles microorganismos y bacterias que pueda haber en su interior.
- 4. No dormir con lentillas. Al dormir con ellas puestas, la superficie de la córnea reduce sus niveles de oxígeno y esto puede hacer que la lentilla se quede adherida a ella, provocando una úlcera al extraerlas. Además, también incrementa el riesgo de contraer infecciones bacterianas.
- 5. No ducharse o bañarse con las lentillas puestas. En el agua potable y en el agua de las piscinas, puede encontrarse una ameba que, al entrar en contacto con los ojos de usuarios de lentes de contacto, puede provocar una infección ocular.
- 6. Usar lentes de contacto un máximo de 8 horas diarias. De lo contrario, su uso prolongado a lo largo de los años podría provocar problemas de sequedad ocular, conjuntivitis y rechazo de las lentillas por parte de los ojos.
- 7. No prolongar la vida útil de las lentillas por encima de la recomendación del oftalmólogo. Reemplazar las lentes de contacto por otras nuevas siguiendo las fechas recomendadas puede ahorrar complicaciones y molestias en la salud ocular de sus usuarios.
- 8. No se recomienda utilizar lentes de contacto si la persona presenta síntomas de infección, conjuntivitis, picor, irritación, visión borrosa, sensación de cuerpo extraño, alergia o dolor.
- 9. Para aliviar posibles problemas de sequedad o irritación provocados por un uso prolongado de las lentes de contacto, se recomienda la aplicación de una solución oftálmica hidratante. Se puede aplicar tanto encima de la lentilla, para obtener un alivio inmediato durante el día, o bien cuando ya se han extraído.
- 10. Se recomienda colocar las lentes de contacto antes de utilizar maquillaje y extraerlas antes de desmaquillarse.