
Parecen factores muy alejados, ¿verdad? Pues no lo son, en absoluto.
Como en cada etapa vital, estamos sujetos a unos cambios específicos en nuestro cuerpo, aunque son muchas las mujeres que padecen los primeros síntomas de la menopausia y se preocupan por su estado hormonal. Los sofocos intermitentes y súbitos, la sudoración nocturna, la sequedad vaginal, la depresión y la ansiedad son factores que, de repetirse, podrían hacerte sospechar que estás empezando a pasar la menopausia.
Y si bien es cierto que estos últimos son factores comunes, también existen otros menos comentados, pero igual de habituales, que afectan a un gran número de mujeres.
La transición natural que supone la menopausia hace que disminuyan los niveles de algunas hormonas, por lo que es normal que tu cuerpo experimente ciertos cambios.
Uno de esos cambios es la alteración en el estímulo de la secreción de mucosas al rededor de todo el cuerpo, así que es de esperar que la película lagrimal sufra estas consecuencias también y, como resultado, padezcas sequedad en los ojos.
¿Padeces sequedad ocular? Lo sabrás cuando sientas en los ojos una sensación arenosa o de cuerpos extraños acompañada de sequedad, aspereza e irritación.
Si padeces ojos secos, debes entender que igual que el resto de molestias asociadas a la menopausia, exige una revisión ocular periódica. ¿Pero qué más puedes hacer?
CONSEJOS PARA ALIVIAR LOS OJOS SECOS DURANTE LA MENOPAUSIA
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Usa unas gafas ajustadas cuando salgas a la calle
Cuando realices actividades al aire libre, protégete del Sol y, sobre todo, del viento. Utilizar unas gafas correctamente ajustadas a la forma de tu cara impedirá la entrada brusca del viento y evitará el desgaste que ocasionan los rayos solares.
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Parpadea frecuentemente
Especialmente si utilizas dispositivos electrónicos, tendrás que parpadear con más frecuencia. Con ello estimularás la secreción de la lágrima y propiciarás la hidratación de tus ojos.
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Hidrata tus ojos
Una solución oftálmica hidratante de calidad aliviará de manera inmediata la irritación y la abrasión ocasionada por la sequedad ocular.
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Resguarda tus ojos cuando estés limpiando
Productos como la lejía y el amoniaco pueden alterar el estado de tus ojos. Ventilar correctamente mientras limpias también ayudará a no empeorar tus ojos.
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Cuida tu sueño
Si no duermes las horas suficientes no podrás alcanzar la fase REM, que tiene efectos regenerativos para la superficie ocular. Intenta dormir ocho horas, aunque suponga acostarte más pronto.
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No olvides tus párpados
Los párpados impiden que la suciedad del ambiente penetre en nuestros ojos, por lo que ayudaremos a mantener su funcionalidad si retiramos esa suciedad. Higieniza diariamente tus párpados con toallitas oftálmicas estériles de calidad, aunque no utilices maquillajes.