Congestión nasal, estornudos, ojos hinchados, picor en los ojos, lagrimeo… La primavera es la época del año en la que aparecen más casos de alergia y estas afectan, especialmente, a la salud de nuestros ojos y nariz. La alergia es una respuesta de nuestro sistema inmunológico al entrar en contacto con un agente externo o alérgeno. A nivel ocular, nos puede provocar una conjuntivitis alérgica y, en cuanto a la nariz, una rinitis.
Las alergias pueden clasificarse en dos categorías:
Su origen y desarrollo se centra en unos meses o época concreta del año, normalmente en primavera. El polen suele ser la causa más frecuente.
Su desarrollo se mantiene a lo largo de todo el año y la suelen causar elementos como el polvo, el pelo de las mascotas, el humo, la suciedad ambiental, algunos alimentos o los perfumes.
La alergia en los ojos
También conocida como conjuntivitis alérgica, se produce cuando los ojos entran en contacto con un elemento o alérgeno que los irrita y provoca una reacción. Para defenderse de este agente externo, los ojos liberan una sustancia llamada histamina y, como consecuencia, los ojos se hinchan, enrojecen, lagrimean y pican. Al contrario que las conjuntivitis víricas o bacterianas, las conjuntivitis alérgicas no son contagiosas.
Consejos de tratamiento:
- Ante un caso de conjuntivitis alérgica, lo más eficaz es evitar todo lo posible el contacto con el alérgeno que nos está provocando la reacción.
- Mantener una buena higiene ocular limpiando los ojos con toallitas oftálmicas estériles mediante ligeros movimientos sobre el párpado.
- Tratamiento adyuvante para conjuntivitis alérgicas. Alivia e hidrata los ojos rojos, irritados y secos en casos de conjuntivitis alérgicas gracias a sus propiedades antiinflamatorias, antihistamínicas y lubricantes.
Ante síntomas persistentes como picor, dolor de ojos, sensibilidad a la luz, legaña de color blanquecino o visión borrosa, lo recomendable es acudir a un especialista para que nos diagnostique y recomiende el tratamiento más adecuado.
La alergia en la nariz
Es frecuente que las personas con alergia en los ojos también presenten alergia nasal, es decir, rinitis. La rinitis alérgica es una patología en la que las capas internas o membranas de la nariz se inflaman al entrar en contacto con un alérgeno provocando síntomas como congestión, secreción nasal, estornudos y picor.
Consejos de tratamiento:
- Evitar todo lo posible el contacto con el alérgeno que provoca la inflamación, normalmente, el polen.
- Evitar objetos que puedan acumular un exceso de polvo como alfombras, cojines y cortinas.
- Lavado nasal diario con agua de mar. Desde los primeros síntomas de una rinitis, su uso está indicado para la eliminación del exceso de mucosidad, la descongestión y la hidratación de las fosas nasales, en su dosificación como spray nasal con agua de mar es muy sencillo y cómodo de utilizar.
En los casos de mayor gravedad, se deberá acudir al médico especialista para que nos ofrezca un tratamiento a base de antihistamínicos.